Hay multitud de estudios que ratifican que aprender un idioma cuando se es niño es más sencillo que estudiarlo de mayor, ya que la asimilación de la nueva lengua es más efectiva. Pero si ya eres demasiado mayor para cumplir esta premisa, ¿por qué no te animas a estudiarlo con tus hijos?
De hecho, cada vez son más las escuelas de idiomas que ofertan cursos para familias en el extranjero e, igualmente, cada vez son más las familias que deciden pasar un tiempo aprendiendo o perfeccionando una lengua en el país de origen.
Las opciones son diversas. Por una parte, cabe la posibilidad de convivir con familias locales para tener un mayor contacto con el idioma y, por otra, se oferta el poder disponer de un espacio propio acorde a lanecesidades y acudir a los correspondientes cursos de forma conjunta o por separado.
Igualmente, se recomienda que estas estancias se realicen durante el verano para no interrumpir los estudios de los más pequeños. Además, favorece que asocien el aprendizaje del idioma extranjero a actividades de ocio y que no vean las horas de clase como una continuación de sus obligaciones.
También supone una experiencia especialmente gratificante para los padres o familiares que los acompañen porque, además de compartir la vivencia y, por supuesto, mejorar su nivel de idiomas, favorece una mayor integración en el país de destino.
Según han observado las diferentes escuelas y organizaciones que planifican este tipo de viajes, los destinos más demandados son, sobre todo, los de habla inglesa y, por ello, el Reino Unido se alza como el país preferido.
No obstante, en este aprendizaje de idiomas en familia no se busca tanto vivir en las grandes ciudades como Londres, sino más bien en espacios más pequeños y tranquilos. Se apuesta por ambientes rodeados de naturaleza donde, igualmente, se organicen todo tipo de actividades culturales para todas las edades.
Por otra parte, aumenta la demanda de destinos que permitan mejorar otros idiomas como el francés o el alemán. Así, la costa sur de Francia –que también permite disfrutar de sus playas-, Suiza –sobre todo la zona del lago Leman, donde se ubican ciudades como Ginebra o Lausanne- o multitud de pequeñas ciudades alemanas –especialmente las que se sitúan en la Selva Negra- van poco a poco ganando terreno para la realización de estos cursos.