Un intérprete es aquella persona que traduce de manera oral los textos, palabras o gestos que dice otra persona en un idioma diferente. La interpretación es inmediata y se va realizando a medida que el contenido comienza a salir, aunque la inmediatez real depende del tipo de interpretación que se deba realizar. Por ejemplo: en una rueda de prensa de un futbolista, su intérprete le hace la pregunta una vez que el periodista la ha terminado y viceversa, lo que se llama interpretación consecutiva. En un programa de televisión, un invitado que habla en otro idioma recibe la interpretación según van surgiendo las palabras al tiempo que las suyas son también traducidas al momento, lo que se llama interpretación simultánea.
Ser intérprete es una labor complicada y que requiere muchos más esfuerzos que si se es traductor. El intérprete ha de tener la agilidad mental suficiente como para poder traducir las palabras al tiempo que las va escuchando sin perder el hilo de las palabras del locutor principal para poder seguir traduciendo. Los intérpretes pueden serlo también de lenguas de signos y no sólo de idiomas orales. Los tipos de interpretación son los mismos que en los casos anteriores, y en este caso es necesaria la agilidad en el movimiento de las manos para poder seguir el ritmo de su locutor.
Un intérprete puede prestar sus servicios en empresas privadas o en instituciones públicas como puede ser el Gobierno, un Juzgado, Ayuntamiento, Centros de inmigrantes, instituciones penitenciarias o también en algunos medios de comunicación como la radio o la televisión. Para obtener el título de Intérprete hay que hacer unos cursos especiales y un Jurado debe darte el título después de haber superado una serie de pruebas. Hay muchas academias especializadas en formar a Intérpretes y en ayudarles a realizar todos los trámites necesarios para conseguir la titulación adecuada para ejercer como tal.